sábado, 13 de septiembre de 2025

En un día como hoy... 13 de septiembre


"Hay seres que luchan toda la vida... los imprescindibles." — Silvio Rodríguez, cantautor


Hoy vuelvo sobre mis cartas, mis fotos y aquel blog que parecía haberse quedado dormido en el tiempo. Al releerlo siento que, aunque los años pasan, las emociones siguen intactas y los caminos, de una u otra manera, se mantienen.

No existió felicidad más grande que saber que venía mi hija adorada en camino. Claro que la alegría estuvo acompañada de esa gran pregunta: ¿y ahora cómo ser mamá? La tranquilidad me venía de recordar cuánto me gustaba acompañar y jugar con los niños de la familia. Sin embargo, los embarazos no fueron fáciles: internamientos permanentes, sueros y largas esperas. En medio de todo eso, una conversación sobre la hiperémesis gravídica me devolvió la calma. Saber que había estudios científicos que demostraban que no dañaba a la bebé en camino fue un alivio, sobre todo porque lo explicó con claridad Tito Flores Galindo, un gran pensador peruano, a quien tuve la suerte de escuchar cuando hizo este comentario en una reunión. Con el tiempo entendí que ese instante también era parte de los símbolos que la vida tejía: era como si él hubiese hablado de alguna manera con mi hija, como si la hubiese conocido antes de nacer, porque ese encuentro estaba destinado a ocurrir. Hoy que ya no está con nosotros, siento que mi Laura sostiene muchas de sus batallas inspirada también en el pensamiento profundo que él nos legó sobre nuestro amado Perú.

Es así, que el destino siguió dibujando señales. Desde pequeña, mi Laura mostró el don de la sensibilidad que tienen los músicos. Esa capacidad la desplegaba al escribir poemas o al tocar algunas notas musicales que caracterizaban a las personas que visitaban nuestra casa. Para ella, leer, escribir y componer canciones era una sola experiencia. Hoy tiene escrita muchas piezas musicales; Varias de sus canciones nacen de hechos concretos y de la sensibilidad hacia lo que ocurre en los entornos que la rodean. Recuerdo especialmente una de sus composiciones que dice: “He venido a acompañarte en esta agonía, he venido a estar contigo en el tiempo que demore esta agonía”. Una letra que expresa su solidaridad con quienes pierden, sufren y luchan, mostrando que su música es también una forma de compromiso humano y político.

Y justo a mediodía, mientras jugaba la selección peruana de vóley, nació mi Laura. Apenas pude sostenerla en brazos, la alcé hacia la ventana del Hospital del Empleado y la presenté al mundo, comprometiéndome a hacer de ella una mujer íntegra, fuerte, sensible y solidaria.

Con los años has llenado mi vida de alegría, de responsabilidades, de amistad, de política y de amor infinito. Te escucho cantar y encuentro profundidad en los mensajes, leo tus entrevistas y reconozco claridad de  ideas, te veo actuar y confirmo el gran compromiso con las personas, con los contextos y con el tiempo que te toca vivir y luchar.

En una sociedad donde muchas veces se prohíbe disentir y donde opinar distinto se castiga, sostener convicciones es un acto de grandeza. Lo fácil es decir lo que todos quieren oír; lo difícil, y también lo valioso, es defender la verdad aunque incomode. Eso es lo que representa mi Laura.

Hoy, en tu cumpleaños, solo puedo reconocer tu valentía, tu fuerza y tu dignidad. A todo lo que ya siento como madre, se suma algo nuevo: la admiración profunda por tu grandeza y por las luchas que emprendes.

Como dijo Pepe Mujica (2015): “La vida es hermosa si uno tiene el coraje de pelear por ella. La vida es un milagro, y hay que comprometerse con ella”. Ese coraje y ese compromiso son los que veo reflejados en ti, mi Laura querida.

Por eso, hoy puedo decirlo con plena certeza: en este tiempo, eres imprescindible.

Hija, te quiero mucho y feliz cumple años. 

 

 


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